miércoles, 11 de julio de 2007

Acaso, olvido...























Acaso caminando por tu calle,
de angosto berretín adoquinado,
me venga a la memoria tu recuerdo,
bajo un negro cielo lóbrego de amores.

Acaso imaginando tu mirada,
argamasa de blandura y arrebato,
vea en tu estampa de encanecidas sienes,
una elección de vida, si se quiere grata.

Acaso me despierte en esa casa,
con olor a ti y olores a otras gentes,
y busque tu rostro entre las cerrazones,
para rozar tu boca dulcemente.

Acaso me empecine en descubrirte,
sol de primavera, ilusión trunca del otoño,
y en esta oscuridad batir el parche,
que mágicamente me lleve a erradicarte.

Acaso me termine convenciendo,
en esta evocación tan insistente,
que debo pasar del sueño a la quimera,
y provocar un éxodo de trasnochados ecos…

Mirando

La música del mar atraviesa la playa, los médanos sedientos beben las semifusas, un gorrión asustado se esconde entre las matas mientras la ...