viernes, 4 de junio de 2010

Mirando

La música del mar atraviesa la playa,
los médanos sedientos beben las semifusas,
un gorrión asustado se esconde entre las matas
mientras la algarabía abre espacio a la paz...

Un ocaso escarlata va cubriendo el declive,
horizonte purpúeo baña todo el lugar,
los pájaros se acallan, los árboles se aquietan,
y un crepúsculo asomo, trae el anochecer…

Y sigo acá sentada sobre la tibia arena,
me resisto a marcharme en arrebato dulzor,
la embriaguez me ha tomado, el éxtasis me asiste,
y la noche estrellada aparece ante mí…

Un momento de asombro, embrujo entre las sombras,
desperezan las musas en su blanca altivez,
la luna espectadora, menguando su abanico,
invita a la poesía, al beso y al amor…

El mar embravecido salpica fuertemente,
un viento huracanado levanta la ilusión,
la noche se ha cerrado, la lluvia se ha venido,
y el agreste paisaje nos invita a partir.

Mirando

La música del mar atraviesa la playa, los médanos sedientos beben las semifusas, un gorrión asustado se esconde entre las matas mientras la ...